La intérprete deja a un lado su vida actual para comenzar una nueva etapa en la que predomina una marca creada por ella misma
Recientemente, hemos conocido que Cameron Diaz no solo ha estado ocupada de su pequeña hija durante los días de confinamiento. Hemos descubierto que se ha dedicado a una nueva profesión, dejando a un lado su carrera profesional como actriz. Esta vez, se trata de un proyecto centrado en una nueva marca de vinos veganos.
Durante el confinamiento, la actriz se ha decidido por llevar a cabo un nuevo proyecto con el que destaca su capacidad empresarial para crear una nueva marca de vinos veganos. Junto a su amiga Katherine Power ha creado estos productos, que son veganos, sin químicos y están elaborados con uva biológicas francesas y españolas.
La nueva marca de Cameron Díaz
De momento, hemos conocido que solo se han lanzado dos referencias, un rosado y un tinto. Aunque de momento, solo está disponible en Estados Unidos y se ha convertido en un producto estrella ya que está arrasando en ventas. Este nuevo producto se ha convertido en un marca muy demandada.
El vino que han creado las dos amigas no tiene azúcares añadidos, colorantes y otros ingredientes artificiales. Es un producto totalmente natural que no está contaminando el vino. El resultado que han conseguido es un vino limpio, sin aditivos y según las personas que lo han probado es muy bueno y de calidad.
El vino que arrasa en Estados Unidos
Este nuevo producto se está convirtiendo en un vino muy demandado. La ausencia de azucares añadidos también hace que el cliente no tenga dolor de cabeza, ya que el azúcar es uno de los desencadenantes de la resaca. Aunque aún este producto no ha llegado a España, todos estamos deseando probarlo.
Ahora que sabemos el principal motivo por el que la actriz ha dejado a un lado su carrera profesional, estamos muy sorprendidos. La actriz ha considerado que en estos momentos la mejor opción era dar un paso a su pasión por ser una gran empresaria y crear un producto que arrase, tal y como está consiguiéndolo.
